jueves, 18 de agosto de 2011

domingo, 17 de julio de 2011

Jodorkovski: "Yo ya no tengo miedo por mí"

Traducción de la entrevista aparecida en Le Figaro el pasado 14 de junio: http://www.lefigaro.fr/international/2011/06/14/01003-20110614ARTFIG00646-khodorkovski-je-n-ai-plus-peur-pour-moi-meme.php





El expresidente general de la compañía petrolífera Yukos, que purga una pena de 13 años de prisión, hasta 2016, dice que es víctima de persecuciones políticas. Ha acordado una entrevista, a través de sus abogados, a un grupo de periodistas extranjeros, entre ellos el corresponsal de Le Figaro en Moscú. Desde entonces, Mijail Jodorkovski ha sido transferido a otro lugar de detención, hoy desconocido por sus familiares y amigos.

- Siete años y medio que está en prisión, oficialmente por el robo de petróleo y blanqueo. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos acaba de rechazar que sea un prisioner político, ¿no se derrumba su estrategia defensiva?

- Os remarco que el Tribunal ha identificado ocho violaciones por la justicia rusa de la Convención Europea de Derechos Humanos. ¡Un récord! Ha reconocido el caracter ilegal de mi detención en Novossibirsk y ha juzgado contrarias a la dignidad humana mis condiciones de detención preventiva. Todavía no se ha pronunciado sobre la cuestión de la legitimidad, en el fondo, de mi primer proceso. Durante estos siete años y medio de detención, los gobiernos occidentales me han defendido. George Bush, Barack Obama, Angela Merkel, Bernard Kouchner, José Manuel Durao Barroso y otros han mostrado su solidaridad.

- Sin embargo, estos dirigentes tienen buenas relaciones con Rusia en el seno del G-8. Nicolas Sarkozy ha recordado que la guerra fría se ha acabado. Cree que Rusia debería ser un compañero en todos los aspectos...

- Después de haber admitido a Rusia en su grupo, los otros 7 miembros tienen la obligación de insistir en el respeto a los valores comunes. Hoy, en nuestro país, las elecciones libre, la libertad de expresión y la supremacía de la ley no existen. Los jefes de Estado rusos reciben un dejar-pasar en este club sin ninguna obligación ni deber. El error principal cometido por algunos en Occidente es pensar que esta realpolitik significa la renuncia a la defensa de estos valores. No reflexionan sobre las consecuencias de sus actos y prefieren cargar la responsabilidad de estos problemas a las generaciones futuras. Recordad ese gran clásico del marxismo-leninismo: "Los capitalistas nos venderán la cuerda con la que les colgaremos". Todos arriesgamos pagar caro esta inercia de los líderes occidentales.

- ¿Qué quiere usted decir?

- ¿Lo que pasa en África del Norte o en Oriente próximo no os recuerda nada? ¿La ausencia de elecciones honestas, de tribunales independientes, de medios libres, de lucha contra la corrupción...? Aquí como allí, observamos los mismos problemas. A mi pasís se le ofrece una oportunidad histórica de lograr una liberalización tranquila y de garantizar las libertades políticas a los ciudadanos. Su deber es no perder esta oportunidad. Queda poco tiempo antes de que la nueva generación intente volcar este sistema. Es inevitable. E incluso los siloviki (servicios de seguridad) serían incapaces de controlar el país.

- Paris y Moscú acaban de cerrar un acuerdo para la venta de buques de guerra. ¿Es para usted la muestra de esa realpolitik que denuncia?

- Está también la cuestión de la dependencia energética. Una vez más, esta actitud de los gobiernos occidentales no debería ser interpretada por Rusia como un estímulo para recular sobre la vía democrática. El gobierno en el poder utiliza esta realpolitik para justificar y legitimar sus propias acciones en el interior del país. En Washington y en París, todo el mundo sabe que son los dirigentes rusos más corruptos los que reducen las ambiciones reformistas del presidente Medvedev a promesas vanas...

- Vladimir Putin le acusa de tener sangre en las manos sin que ninguna instrucción por muerte se halla abierto en su contra. ¿Es él el único obstáculo a su liberación, o al menos, a un proceso más justo?

- Después de que me hayan acusado de haber robado todo el petróleo producido por Yukos, me será difícil sorprenderme con lo que sea. Al mismo tiempo, nunca han presentado oficialmente esas acusaciones. En cuanto a Vladimir Putin, me ha designado su enemigo personal. Aparentemente, comparte el punto de vista de Stalin sobre el rol del poder judicial... Sin embargo, no es el único en Rusia. Hay todo un grupo de individuos que impide mi liberación, gente que se ha convertido en mil millonarios y multimillonarios gracias a la destrucción de mi empresa Yukos. Cualquiera que sea el grado de implicación personal de Putin en el proceso, ellos continuarían actuando en ese sentido.

- ¿Por qué, en vuestra línea de defensa, busca oponer el jefe de gobierno a Dimitri Medvedev?

- Ellos difieron por su pasado, sus cualidades personales y su visión del futuro. El problema es saber si el presidente es capaz de realizar sus ambiciones. Hoy existe un abismo considerable entre sus ambiciones declaradas y las acciones reales del gobierno ruso. Dimitri Medvedev ha intentado reforzar la autoridad del poder judicial. No lo ha conseguido.

- ¿Desearía que Medvedev fuera reelegido?

- La cuestión debería ser más bien: si es elegido, ¿será capaz de realizar las reformas a las que apela?

- ¿Cree representar una amenaza para el poder ruso?

- A esta cuestión, el presidente Medvedev ha respondido ya, sin equívoco, con la negativa. Yo comparto su punto de vista...

- ¿Cuál fue el principal error que cometió en los años 90?

- Quizás no me di cuenta lo suficientemente rápido de que el dinero no tenía valor por sí solo.

- ¿Se considera un disidente político?

- Ya no tengo miedo por mí. Estoy listo para estar en prisión por mis ideas todo el tiempo que haga falta.

domingo, 10 de julio de 2011

Elio Antonio de Nebrija, padre del español



El pasado 5 de julio se cumplieron 489 años de la muerte de Elio Antonio de Nebrija. Elio Antonio dejaba este mundo en la ciudad en la que había ejercido de profesor durante los últimos años de su vida. Atrás quedaba una vida dedicada a la cultura que dejaría un legado indeleble en una de las cosas más preciadas que tenemos: el español.

Lebrija vio nacer a Antonio Martínez de Cala e Hinojosa, hijo de Juan y Catalina, en 1444. Vivió en esta hermosa ciudad hasta los 15 años, edad a la que se marchó a Salamanca para estudiar Retórica y Gramática.

Sobre esta época, nos cuenta Pedro Urbano González de la Calle lo siguiente: “Cinco años pasó —según el mismo Elio Antonio nos dice— en Salamanca, donde pudo seguir las lecciones de Apolonio en Matemáticas, de Pascual de Aranda en Filosofía Natural y de Pedro de Osma en Ética. El joven escolar andaluz, cuando pudo pensar por cuenta propia, creyó advertir que si esos citados maestros eran preclaros docentes en sus respectivas disciplinas, hablaban mal, se expresaban mal ("... professoribus in sua cuique arte clarissimis... viros illos tsi non scientia tamen sermone imperitos esse"). Creemos percibir en esa desenfadada y acaso muy probablemente justa apreciación, claros ecos del medievalismo imperante en la Universidad salmantina de la segunda mitad del siglo xv.”

Bolonia fue la segunda parada de su periplo vital y académico. En la universidad más antigua de Europa, aprendió durante diez años teología, latín, griego, hebreo, medicina, derecho, cosmografía, matemáticas, historia, geografía, historia y gramática. Se convirtió en un auténtico humanista a la manera de sus contemporáneos italianos.

A años luz de sus compatriotas, sometidos bajo el yugo de la Inquisición, Antonio vuelve en 1470 a España y se convierte en Elio Antonio de Nebrija. Su nuevo nombre está lleno de simbología. Elio fue el conquistador romano de la Bética, la región romana que equivaldría a Sevilla, y Nebrija es una herencia del nombre latino de su ciudad natal, en latín Nebrissa.

Uno de los aspectos menos conocidos de Nebrija es su frenética actividad de conquistador. Sus siete hijos con su esposa Isabel de Solís no bastaban para él y siempre andaba con problemas de faldas y con hijos ilegítimos que le creaban grandes apuros económicos.

En 1475 vuelve a Salamanca, la universidad más prestigiosa de la época, a revolucionar la enseñanza de latín. Y lo consigue. En 1481 publica su Introductiones Latinae que fue usado como texto escolar hasta el siglo XIX. En palabras del propio Elio Antonio: “Yo fui el primero que abrí fábrica de latín en España y todo lo que en ella de latinidad se alcanza, me es imputable, me es debido”.

El enorme éxito de su libro lo animó a llevar su campo de estudio hacia el terreno que más le interesaba: la lengua vulgar. Esta actitud rompedora le granjeó no pocos problemas con sus compañeros, pero él supo ganarse el apoyo del maestre de la Orden de Alcántara y empezó a frecuentar Alcalá de Henares con la misión de corregir la Biblia políglota.

La poesía fue otro de los caminos que experimentó a partir de 1490 y gracias a ella consiguió hacerse con el puesto de cronista oficial. En 1509 decidió volver a Salamanca y concursar para la cátedra de gramática, pero su consabida enemistad con el resto del claustro le obligó a volver a Sevilla.

Sin embargo, Andalucía no tendría mucho tiempo a uno de sus más insignes hijos. Cuando llevaba menos de un año por estas tierras, el cardenal Cisneros le pidió que fuera a la Universidad de Alcalá de Henares a enseñar retórica.

Fue allí, después de una vida dedicada al estudio, donde Elio Antonio de Nebrija escribiría su inmortal gramática, la primera en Europa de una lengua vulgar. La base indiscutible de la herramienta de comunicación que seis siglos después continuamos usando.

Elio Antonio de Nebrija fue el primer intelectual en considerar que una lengua vulgar era digna de estudio. Y acertó de lleno. Para convencer a su majestad la reina Isabel la Católica de la importancia de la obra, Elio Antonio le habló de la importancia que tendría el español en la conquista y uniformidad de ese nuevo mundo que Colón andaba buscando en aguas del Atlántico. El análisis no podía ser más certero. Estemos o no de acuerdo con la actuación de los españoles en el nuevo continente, es innegable el papel del español en la construcción del imperio.

La gramática de Elio Antonio (1492) fue completada con otra obra pionera en el estudio del español, su vocabulario latín-español español-latín (1495).

La gramática de Elio Antonio de Nebrija está dividida en cinco libros: “libro primero, en que trata de la ortographia”, “libro segundo, en que trata de la prosodia y la sílaba”, “libro tercero, que es de etimología y dición”, “libro cuarto, que es de sintaxi e orden de las diez partes de la oración” y “libro quinto, de las introduciones de la lengua castellana para los que de estraña lengua querrán deprender”. “DEO GRACIAS: Acabose este tratado de gramática que nueva mente hizo el maestro Antonio de Lebrija sobre la lengua castellana. En el año del Salvador de mil e ccccxcij. a xviij de agosto. Empresso en la mui noble ciudad de Salamanca.”






Para más información, podéis consultar aquí: http://cvc.cervantes.es/lengua/thesaurus/pdf/01/TH_01_001_080_0.pdf
http://www.antoniodenebrija.org/

lunes, 25 de abril de 2011

El corazón de Minsk golpeado por el terrorismo

Ahí os dejo un artículo sobre los recientes atentados en el metro de Minsk que han dejado 12 muertos y más de 200 heridos. La autoría se desconoce y algunos apuntan al propio régimen que podría usarlos para justificar su política represiva, agudizada despues de las protestas por las elecciones de diciembre.
http://www.globalaffairs.es/es/el-corazon-de-minsk-golpeado-por-el-terrorismo/

domingo, 6 de marzo de 2011

Tradiciones y turismo sostenible: la botijuela


“A veces me escribe la infancia/una tarjeta postal: ¿Te acuerdas?”, estos versos del poeta alemán Michael Krüger (de su libro Previsión del Tiempo) resumen bastante bien el espíritu de la fiesta que hace una semana celebró mi pueblo: la botijuela.
Parafraseando a otro gran poeta, Don Antonio Machado, mi infancia no son recuerdos de un patio sevillano, sino recuerdos de olivar, de trabajo compartido, de espuertas de aceituna, de fardos pesados y de esas botijuelas que ahora me doy cuenta de que cada vez se celebran menos.
Mi pueblo es un pequeño pueblo de la Sierra Morena cordobesa: Adamuz. El refranero popular le añade siempre “tierra colorada de los fenicios”, pero parece ser que el nombre procede del árabe. Se encuentra a unos 240 metros de altitud sobre el nivel del mar y está circundado de olivos. Nuestro aceite ha conseguido ser denominación de origen y, para mí, que en esto ni puedo ni quiero ser objetiva, es el mejor aceite del mundo.
En torno al olivar ha girado durante siglos la vida de mi pueblo y la botijuela es una de esas tradiciones transmitidas de generación en generación. La botijuela era una fiesta que se celebraba cada año al final de la temporada de la aceituna. Era el momento de reunirse todos y compartir algo más que los afanes de la labor diaria. Las botijuelas de mi infancia eran una gran comilona en el campo con los compañeros de fatiga. Pero por lo visto, no siempre fueron tan copiosas.
Me cuentan mis mayores que cuando tenían ocasión de “pillar” al señorito (al dueño de la finca, para los que no estéis familiarizados con los términos latifundistas andaluces) la mujer o las mujeres más valientes le “echaban el pañuelo”, es decir, le ponían un pañuelo al cuello y le preguntaban por quién iba a pagar la botijuela. El señorito no dudaba en afirmar: “mi cartera”. Y a partir de ahí todo dependía de la generosidad del mismo: unos dulces, anís y poco más. Bastante lejos de las comilonas de esas tarjetas postales que me escribe mi infancia.
Los tiempos han cambiado. La propiedad de la tierra se hace cada vez más pequeña. Y cada vez hay menos manos adamuceñas recogiendo la aceituna. Así que las tradiciones se pierden. Por ello y para promocionar el turismo y nuestro aceite de oliva (¡con denominación de origen!) el Ayuntamiento y la gente del taller de empleo “Adamuz, turismo sostenible y gestión medioambiental” organizaron la semana pasada una botijuela bastante peculiar y la mar de entrañable.


El día empezó bastante frío y con mucho viento, pero poco a poco el clima se fue uniendo también a la fiesta. Para empezar el día con buen pie nada como un cantero. El cantero es una receta bastante sencilla y absolutamente maravillosa. Se trata de pan con aceite, acompañado de bacalao. Delicioso. Con el estómago lleno la vida se ve de otra manera, claro está.



Después del desayuno molinero empezó la fiesta. Estaba claro que en una fiesta de tales características no podía faltar el pregón. El encargado de inaugurar esta fiesta fue el “cronista oficial” de Adamuz, Domingo García, escogió para ello unos versos en los que relataba la vida de los aceituneros. “El aceite es nuestra vida, nuestro pan, nuestra costumbre, el que le da nombre a Adamuz, el que enciende nuestra lumbre. Aceituneros, aceituneras, gente noble, gente obrera, recogiendo la aceituna por toda nuestra sierra”.

Y en Adamuz, además de “cronista oficial” también tenemos “presentador oficial”, Alfonso Ángel Serrano, que le pone a todo su particular sentido del humor y nos ameniza todo tipo de eventos. También estuvo esta vez al pie del cañón, pasando frío y hasta hambre, pero valió la pena.

Ángel Cepas, vecino del pueblo, fue uno de los encargados de recordarnos otra de las tradiciones más arraigadas de nuestro pueblo: los canastos hechos con varetas de olivo. Las formas de estos canastos pueden ser tan variadas como la imaginación del que los realice. Mi padre que, aunque no estaba en el taller, es un auténtico maestro de este arte, incluso me ha hecho una estantería con varetas. Una verdadera obra maestra que constituye uno de mis tesoros particulares.



Algunas mujeres de mi pueblo (Bea, Paqui, Agustina, Mari y Leo) fueron las encargadas del taller de elaboración de jabón con aceite de oliva reciclado. El famoso “jabón de las casas” que mi madre siempre ha usado como remedio infalible contra las manchas y como lo mejor para la piel. Ajena totalmente a la moda de los jabones naturales, mi madre siempre ha estado adscrita a ella por pura convicción. En el taller de jabón se entregaba un trozo a cada uno de los que se acercaban por allí y además te explicaban cómo elaborarlo uno mismo. Estoy deseando juntar un litro de aceite usado para ver si he entendido la lección, jeje.


Luego vinieron los bailes a cargo de la academia Caty Reyes. Las alumnas y el alumno se arrancaron por bulerías, por sevillanas, por alegrías y hasta por rumbas. Después, las mayores de la academia nos ofrecieron una representación de las tradiciones asociadas a la botijuela y a la aceituna. “Recogieron” aceituna, teniendo que obedecer a un manijero (una especie de encargado o de capataz) un poco quisquilloso, le echaron el pañuelo al señorito y bailaron diversos bailes tradicionales. Quizás uno de los más divertidos (y que yo desconocía por completo) consistía en intentar quemarle a una de las “aceituneras” una cola de papel con un candil. Al acabar, roscos, pestiños y fruta jeringa para todos. Y, después, todas en corro a jugar: botijo viene, botijo va; hasta que se rompió.









El “señorito” me confesó por la mañana “a ver cómo se me da lo de burgués” y es que, militante del PCE de toda la vida, había estado en la cárcel franquista por “rojo”. Pero la verdad es que al final se le dio la mar de bien.
Y con tanta emoción se nos había abierto el apetito. El Ayuntamiento ideó un “bono gastronómico” para promocionar los bares del pueblo. El bono costaba cinco euros en los que entraban cuatro tapas en el bar del pueblo que quisieras (cada bar tenía una lista de tapas entre las que se podía escoger) y un plato de carne de monte. Además, se celebró un concurso de “salmorejo adamuceño”. El “salmorejo adamuceño” nada tiene que ver con el “salmorejo cordobés” (que para nosotros se llama “coña”) sino que es un plato a base de harina, patata, bacalao y las verduras que le quieras echar (espárragos, setas, vinagreras, etc). Es un plato bastante contundente porque era lo que tomaban los aceituneros para empezar el día y afrontar la dura faena con energía. Os invito a que lo probéis porque es una auténtica delicia gastronómica.


La tarde de esta peculiar botijuela fue de lo más entretenido: paseos en mulo por el pueblo para los pequeños (y los no tan pequeños), la actuación de nuestros dos coros romeros (el coro Peregrinos de María, enrolado en plena grabación de su disco, estuvo tan magnífico como siempre y es que cada vez lo hacen mejor), la actuación de los cantaores locales, el desfile de trajes de gitana de la academia de Sebastián Marín y la música del fin de fiesta.


Una jornada de compartir y de recordar. “Me estoy poniendo malo”, le decía un compañero de aceituna a mi madre, “de recordar lo que éramos y de ver lo que somos”. Sin embargo, yo creo que somos lo que somos gracias a lo que éramos y a lo que fueron nuestros mayores.

sábado, 12 de febrero de 2011

La historia es nuestra




“La historia es nuestra y la hacen los pueblos”, decía Allende en su último discurso desde la Casa de la Moneda aquel fatídico 11 de septiembre de 1973. Ayer, 11 también, pero de febrero de 2011, la historia fue al fin nuestra y la hicieron los pueblos (el tunecino y después el egipcio).



La noche anterior el silencio se podía cortar en la Plaza del Tahrir mientras Mubarak pronunciaba aquel discurso infame que nos dejó el corazón helado y las esperanzas rotas a muchos. Pero se trataba de un mal chiste. El último estertor patético del que los medios han bautizado como el último faraón egipcio. Sin embargo, la revolución egipcia era imparable. Demasiados muertos. Demasiados días en las calles. Demasiados años de opresión como para olvidar tan fácilmente.

Y así, de improviso, el día sagrado del mundo musulmán se convirtió en el día bendito de los amantes de la libertad. Ese viernes mágico quedó escrito para siempre en la historia. De esa historia nuestra, escrita por los pueblos.

La comunidad egipcia de Sevilla había decidido reunirse cada martes y cada viernes en la Plaza Nueva (como nueva esperaban que fuera la historia de su país) para apoyar a aquellos que se estaban jugando el tipo en aquella otra plaza de El Cairo. Ayer, tenían prevista una de esas concentraciones. El discurso de Mubarak había dejado esa sensación de desazón que sólo podía invitar a no cejar en el ansia de libertad. Así que la cita se mantuvo. Sin embargo el “Mubarak, capullo; Egipto no es tuyo” se transformó en “Mubarak, capullo, púdrete en el trullo”.


A las 7, puntuales a su cita, los egipcios estaban allí, con su alegría, con su gran triunfo, con la bandera de ese país del que todos nos sentimos parte ayer. Las mujeres, grandes protagonistas de esta historia nuestra tan bella, también estaban ayer en primera línea de fuego.


En el suelo, un cartel negro pintado en blanco. “Egipto, luz y esperanza del mundo”. A escasos metros, una boda. Uno de los invitados se acercó a los manifestantes: “yo es que venía a una boda, pero estoy muy contento de esto”. Una señora intrigada que pasaba por allí preguntó: “¿esto por qué es?”, otra mujer le respondió: “Mubarak que se ha ido”, “ah, ¿ya se ha ido?, si a mediodía han dicho que no se iba”, “sí, pero luego por la tarde se ha ido”.



Todo el mundo escuchó atentó la lectura de los dos manifiestos y anheló con que el sacrificio del tunecino Mohamed Buazizi siguiera trayendo la libertad a más pueblos. Las emociones eran demasiadas como para quedarse parados. Los manifestantes dieron una vuelta a la plaza entonando hermosos himnos. Cuando llegaron de nuevo al punto de partida, guardaron un minuto de silencio por aquellos (más de 300 sólo en la revolución egipcia) que habían perdido su vida por la libertad. Y como ayer era día de rezo, las palabras del Corán fueron pronunciadas al unísono para que los muertos no caigan en el olvido.






Los retos que tiene Egipto son muchos y muy peliagudos. El peligro de involución siempre está latente en cualquier proceso revolucionario. Pero ayer no era día para pensar en eso. Ayer no era el día de los análisis, sino el día del corazón. Ese viernes santo que tanta alegría produjo.
Así que tomando la libertad de parafrasear a Allende: ¡Viva Egipto! ¡Vivan los trabajadores!