lunes, 5 de abril de 2010

Tradiciones pagano-religiosas

Los seres humanos somos tan vanidosos que creemos que hemos avanzado algo desde que vivíamos en las cuevas. En realidad, lo que hacemos continuamente es reinventarnos, pero nuestra esencia sigue siendo la misma. Puede que hayamos llegado a la luna y seamos capaces hasta de cambiar el tiempo, pero seguimos honrando a nuestros muertos, celebrando ciclos relacionados con la agricultura, etc.
A nadie se le escapa el que la navidad no deja de ser la celebración del solsticio de invierno que practicaban nuestros antepasados. Yo siempre digo que los numerosos santos y vírgenes (yo me esfuerzo por explicarle a la gente de aquí que si eres de la Macarena no puedes ser de la Esperanza de Triana, pero no me entienden; especialmente, mi musulmana que me mira con cara de pasmo) de la tradición católica no son sino los múltiples dioses paganos reconvertidos. El ser humano es politeísta y encontró esa fórmula intermedia para tener su dios del campo, su dios del amor, etc.
Eslovaquia es un país catoliquísimo. Me ha asombrado ver las colas en las puertas de las Iglesias durante los oficios de esta Semana Santa. Hay muchísimos jóvenes implicados en actividades religiosas. Claro que aquí lo “revolucionario” es ser de Iglesia. El comunismo al contrario de alejar a la gente del opio del pueblo acrecentó su fervor (no olvidemos que Juan Pablo II era polaco y su papel en la caída del comunismo). También es difícil explicarle a un eslovaco (lo intenté el domingo por la noche) lo que la Iglesia significa para un español. Lo del nacionalcatolicismo y la ominosa connivencia con la dictadura y sus herederos queda demasiado lejos de su universo vital. Decía esto, al hilo de las tradiciones paganas reconvertidas. Y es que, pese a ese fervor, Eslovaquia no fue cristianizada hasta el 863 (cuando llegan desde Tesalónica a la Gran Moravia los hermanos Cirilo y Metodio) y aún así la cristianización fue bastante lenta. Especialmente, en el este.
Vimos una película en clase sobre Janosik, el héroe eslovaco por excelencia (aunque los polacos también se lo atribuyen), una especie de Robin Hood eslavo. La película estaba ambientada en el siglo XVIII y muestra la forma tradicional de vida de estos lares. Mirka, mi profesora, comentó: Hay que ver cómo vivían en la Edad Media. Y yo: hombre, Mirka, el siglo XVIII no es la Edad Media, es la época de la Ilustración, la época de la Enciclopedia en Francia. Y ella: bueno, pero esto no es Francia. Y tenía razón. Los eslovacos (especialmente en el este) mantuvieron durante mucho más tiempo su fe y sus tradiciones paganas y eso se nota.
Se nota primero en que su fe católica es, digámoslo así, más pura. No necesitan hacer pasar por rituales religiosos lo que no dejan de ser meras costumbres paganas. Y después, se nota en algunas cosas bastante curiosas.
También fue Mirka la que me advirtió de que la Pascua (ya sea cristiana o judía) no deja de ser la antigua celebración de la llegada de la primavera. Al principio, la católica ferviente de mi interior se negó a reconocer la evidencia. Pero, después lo vi clarísimo.
Una de las tradiciones más “curiosas” que he encontrado aquí tiene lugar el lunes de Pascua. Los mozos el pueblo van a la búsqueda y captura de las chicas. Las empapan de agua (o si tienen un arroyo o río a mano, directamente las echan al agua) y después les pegan con una especie de látigo ad hoc. Por cada chica que mojan, los aguerridos chavales suman un lacito a su látigo. El que más lacitos tenga no recibe nada material, pero sí el orgullo ante sus congéneres.
La verdad es que me hubiera gustado indagar sobre el origen y significado de esta peculiar tradición, pero se me ha acumulado el trabajo y me escasea el tiempo. Prometo hacerlo en otra ocasión. Sólo os diré que ayer me pasé en casa atemorizada todo el día, viendo desde la ventana a las pobres víctimas de los chavales y temiendo ser la próxima. Al final sólo me llevé un poquito de agua que me echó mi compi de piso. Me libré del río y el látigo.

1 comentario:

  1. El otro día fui a la residencia de estudiantes y una de las eslovacas me recibió con un chorreón de agua procedente de una botella... Ahora lo entiendo todo :D

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