lunes, 12 de octubre de 2009

Era una de esas mañanas intensas de biblioteca. Último año de carrera. Primer cuatrimestre. Estructura de la información. Y allí estaba yo, Antonia Ceballos, leyendo uno de los libros de Ramón Reig (La comunicación en su contexto, si la memoria no me falla) y llorando “como el perfecto estúpido que soy” que diría Aute. Reig hacía una clasificación de los tipos de periodistas y entre ellos había algo así como el “periodista frustrado”. Yo respondía al perfil. Chico/a joven (barra jóvena, según indicaciones de algún ministerio inútil que anda por ahí cuya ministra tiene a bien ser la ahijada de nuestro querido, y casi extinto, Manuel Chaves) que está estudiando la carrera y que ve que se tiene que enfrentar a la precariedad y a un periodismo que no es periodismo. Reig lo explica mejor que yo, pero he ahí el espíritu.
Las lágrimas de aquella mañana eran una mezcla de sentimientos explosiva: eran lágrimas de rabia, de miedo, de sentirme plenamente comprendida también. Para mí el periodismo no es sólo una profesión, es una manera de vivir y de entender el mundo. Y sí, me siento frustrada.
Me siento frustrada porque para el SPA no soy periodista porque no ejerzo por mucho que el señor Rey Juan Carlos me haya expedido un título que así lo acredite. Me siento frustrada porque encontrar un trabajo no precario es misión imposible. Me siento frustrada porque encadeno prácticas sin sentido por las que no me pagan un duro. Me siento frustrada porque el periodismo simplemente ha muerto. Cortar y pegar noticias de agencia no es periodismo. Ir dos o tres ruedas de prensa por la mañana y transcribirlas por la tarde no es periodismo.
Así que como desahogo personal y combate anti-frustración he decidido abrir este blog. No sé si conseguiré convertirlo en algo interesante o si seré capaz de hacer algo parecido al periodismo en él. Pero lo abro con toda mi ilusión y con la convicción de que alguien en algún lugar le servirá para algo. Aunque sólo sea para encontrar en un rinconcito de Eslovaquia a otra más de esas periodistas frustradas.
De momento os dejo un enlace:
http://www.mimesacojea.com/2009/10/periodismo-de-verdad.html

3 comentarios:

  1. La Periodista Frustrada soy yo! :) Sé perfectamente de lo que hablas... yo siempre quise ser periodista, aunque no lo supe hasta los 15 o 16 años. Ahora, a los 22, dificilmente puedo explicar qué significa el periodismo para mí, o en qué me gustaría trabajar. ¿Cómo le cuentas a alguien que, a pesar de estudiar esto, odiarías trabajar en una redacción de cualquier periodicucho? Al menos sé que hay gente que me entiende... Besos internacionales, piccolina!

    ResponderEliminar
  2. Mi sueño profesional, sin embargo, nunca fue ser periodista. De hecho, creo que nunca atravesaré la barrera que distingue a un Licenciado en Periodismo de un periodista, pero quién sabe. Quizás por esa ausencia de vocación, la frustración no fue tan grande, tan pesada. La incertidumbre, el desempleo, la crisis, la precariedad... menudo puñado de cosas con las que nos ha tocado ser adultos. Me gusta este rinconcito como punto de encuentro para periodistas frustrados... Besos, chicas.

    Salva.

    ResponderEliminar
  3. Me encanta tu definición: "punto de encuentro para periodistas frustrados".

    ResponderEliminar